Con
este acontecimiento se deja entrever el ideario ya formado en el niño Simón
Bolívar, quien tuvo otros maestros en su niñez y adolescencia… pero ninguno
grabo en profundo un pensamiento como el que Simón Rodríguez tatuó en su discípulo…
sus saberes, sus normas, su yo, en el espíritu del niño con intensidad creadora
y profunda… |
No hay comentarios:
Publicar un comentario